- ¡Panfito, Nemo! –les gritaba Calabazo-. ¡Despertad!, hoy es el cumpleaños de Sitar.
Mientras Calabazo intentaba despertar a Panfito y Nemo, Sitar dormía profundamente.
Calabazo era un pez gordo de varios colores, era el más madrugador y nunca llegaba tarde a ningún lugar; en cambio Panfito y Nemo eran delgaduchos, pero divertidos, no se preocupaban por nada y siempre estaban intercambiándose los colores.
Estos tres pececitos vivían en un blog, un blog muy especial, en él participaban niños de un instituto y ellos siempre estaban de cotilleos.
Un día trajeron a otro compañero, este era Sitar, un tigre juguetón y simpático, pero a la vez tímido. Mientras Panfito y Nemo descolocaban las letras del blog y Calabazo las colocaba de nuevo, Sitar estaba tímido intentando formar nuevas palabras.
El 24 de mayo era el cumpleaños de Sitar y los tres peces estaban invitados.
- Panfito, Nemo, venga o no nos dará tiempo- dijo Calabazo desesperado.
- ¡Pero si es muy temprano!- protestaba Nemo.
- Tenéis que despertaros o no podremos comprarle el regalo a Sitar- le contestó Calabazo mirando el reloj del blog.
- ¿Y qué le piensas comprar?- dijo Panfito medio dormido.
- ¡Hola! ¿Qué hacéis, chicos? -Mara, la profesora de 1ºA de los chicos que llenaban de noticias su blog, les preguntaba, mientras subía un nuevo trabajo para sus alumnos.
- Nada, charlando sobre qué le íbamos a regalar a Sitar por su cumpleaños - le informó Calabazo.
- ¡Qué bien! Cuando se despierte le felicito pero, ¿qué le vais a regalar? - preguntó Mara divertida.
Mientras Calabazo y Mara charlaban sobre qué comprarle a Sitar, Panfito y Nemo estaban leyendo la nueva entrada de Mara en el blog.
- ¿Y esto de escribir sobre nosotros qué es? – preguntó Nemo lleno de curiosidad.
- ¡Ooh! No os lo he enseñado. Eso es porque estuve pensando en vosotros, y a qué os dedicaríais aquí en el blog siempre metidos. Les he propuesto a los chicos que escriban sobre vosotros- les contó Mara-. Pero vosotros no podéis ayudar a mis alumnos; se trata de una obra imaginativa.
- Vale, vale, nosotros no diremos nada- respondió Panfito.
- Bueno, Mara, pues, si nos disculpas, debemos ir a comprar el regalo de este dormilón- dijo Calabazo refiriéndose a Sitar.
- Y repetimos nosotros- dijeron Panfito y Nemo al mismo tiempo-: ¿Qué le vamos a regalar?
- Podríais iros a la bola del mundo y ver qué podéis traer de los distintos países.
Mara les dio una fantástica idea, pero, al momento, se despertó Sitar...