Un cuento para reflexionar

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Dar gato por liebre

Antiguamente las hospederías gozaban de una dudosa fama, sobre todo en materia de alimentación. Los venteros eran a menudo sospechosos de echar un asno en adobo y venderlo como ternera y de servir platos cuyo contenido no se sabía si era conejo, cabrito, liebre o gato. Una de las estafas más comunes era dar carne de gato por la de liebre. Este dicho se utiliza cuando se intenta engañar en la calidad de una cosa por medio de otra inferior que se le asemeja.

Isabel

La legua y la lengua

Ella vivía a una legua del pueblo. Desayunaba lenguas de gato mojadas en café con leche. Como tenía una lengua viperina y sucia siempre andaba en lengua de todos. Nunca se mordía la lengua. En cuanto le tiraban de la lengua se calentaba. Hasta que un día, con la lengua gorda y de estropajo se fue de la lengua con su amiga, llegó a sacarle la lengua, porque suspendió un examen de lengua.

Diego

Más vale lápiz corto que memoria larga

Había una vez un niño que tenía muchos deberes del colegio. Él creyendo que iba a acordarse de todos no los apuntó; al llegar a casa hizo todos de los que se acordaba, pero su memoria le falló y se dejó algunos por hacer.
Al día siguiente la profesora le riñó tanto, que a partir de entonces siempre los apuntaría en la agenda. Por eso, más vale lápiz corto que memoria larga.

Raquel

Como anillo al dedo

Érase una vez una madre que tenía una fiesta por la noche, pero ella no encontraba ningún vestido que le quedara bien. LLamó a muchas amigas para ver si alguna le podía prestar algo para ponerse. Una amiga suya fue a su casa y le dejó un vestido que le vino como anillo al dedo para la fiesta. Y  fue la más guapa de todas.

Claudia