martes, 8 de febrero de 2011

DITA Y EL ELFO DEL PARQUE

-Mira, Perla, te voy a contar un cuento para que esta noche duermas bien.
-Me encantaría.
Era un gélida tarde de invierno en el parque de la Alegría y Dita, el hada del parque, se había asegurado de que todo estaba en su sitio para cuando los niños invadieran el parque jugando. Pero en todo el día no fue nadie por el frío que hacía.
-¡Conchas y flores!-dijo Dita-¡Uf, hace un frío tremendo!
Y rápidamente fue a meterse en su cómoda casa, en una enorme fuente de cristal dentro de una concha rosa.
Dita estaba preparando una sopa de pipas de girasol con un toque de menta bien calentito, cuando oyó una vocecita que llamaba asustada:
-Ho...ho...hola...¿Hay...,hay...al...guien en casa?
Dita asomó la cabeza y ahí fuera, mirándola, vio a un elfo con un enorme gorro de rayas.
-¡Carámbanos y granizos!-exclamó Dita-Te estarás congelando. Pasa que aquí entrarás en calor.
En un momento, Dita había sentado en una cómoda silla al elfo y le había dado un poco de su sopa. El elfo se la tragó de un sorbo.
-¡Ah, qué maravilla! ¡Gracias!-dijo el visitante-Me llamo Rasti.
-Yo soy Dita. Bienvenido a mi casa-dijo Dita.
-Este sitio es estupendo.-dijo Rasti-Yo...,yo he perdido mi casa.
-No pasa nada,-dijo Dita- quédate aquí y mañana por la mañana, bien temprano, iremos a buscarte una igual de cálida que esta.
-Muchas gracias, Dita-contestó Rasti.
Por la mañana cuando fueron a salir les ocurrió algo que les dejó paralizados.
-Y ya, Perla, te seguiré contando mañana lo que les ocurrió. Buenas noches.

MARTA

1 comentario:

  1. ¡Qué bonito, Marta! Tienes que seguir escribiendo, que lo haces muy bien.¿Cuándo sabré cómo continúa tu historia? ¡Yo quiero más!
    Mara

    ResponderEliminar

aazniow